Cirujano de profesión y pintor vocacional, se adentró en el panorama artístico guiado por el academicismo, pero pronto se dejó llevar por el flujo reflexivo. Pinturas, dibujos y óleos marcan su primera época. Sin embargo, su trabajo más reciente se centra en la escultura y el collage. Sus obras se encuentran en fundaciones privadas y en prestigiosas galerías de arte.
Desde sus inicios, las imágenes ideográficas han traducido su reflexión intelectual encuadrada en un espacio rigurosamente calculado. A finales de los años sesenta, su barroquismo avanza hacia una desmaterialización en la que se enfatizan las relaciones entre los elementos. En su obra identificamos fragmentos de su historia y universo personales dentro de una topografía estrictamente compartimentada; en este punto es donde su obra deviene más lírica, más lacónica y los objetos dejan de ser reales para conferir el vestigio de su huella. Con el tiempo, mengua su lenguaje de signos a favor de un equilibrio estable para introducirse en denuncias conmovedoras del mundo que nos rodea.
Farmacéutico de formación y por tradición familiar, el reconocimiento le llega a partir de su trabajo en la escritura, la poesía visual y las manifestaciones objetuales y de ready-made, campos en los que configuró una obra independiente y al margen de los círculos artísticos y literarios del momento. En los años noventa, abre en Agramunt el complejo "Lo Pardal", que hoy acoge la Fundació Privada Guillem Viladot, dedicada a preservar su legado y su memoria.
Su arte es el resultado de un proceso de reflexión que conjuga muerte, transición y naturaleza. Influido por la corriente barroca española, utiliza objetos sencillos y símbolos que esconden múltiples relecturas. Sus fotografías de naturalezas muertas nos evocan el misterio del ciclo vital y no adentran en la consciencia de un tiempo huidizo. Su trabajo es un conglomerado de metáforas, espiritualidad y lirismo que fusiona realidad y ficción, presencia y ausencia. Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Fotografía 2007.
Artista inscrito dentro de un nuevo arte realista pero a su vez mágico e ilusorio, ya que no se limita a encuadrar paisajes urbanos o escenas humanas, sino que transforma nuestra cotidianidad en algo sutil y personal. Planteamientos aparentemente sencillos que, provistos de una sugestión recurrente, nos sumergen en la soledad y la identidad humana. Sus trabajos más recientes son atmósferas inquietantes donde el vacío estático del paisaje es el escenario de personajes sin rostro, inexpresivos, privados de sentimiento y de personalidad. Entre 2000 y 2002 fue merecedor del primer premio del concurso internacional de pintura joven de la Galería Artitude de Paris, del primer premio de la Galería Siglo XXI de Camprodon. Y fue galardonado con el primer premio en el Saló de Sant Joan y con el segundo premio de pintura del Cercle de Belles Arts de Lleida.
Afincada en el Baix Empordà (Girona), forma parte de un colectivo de artistas conocidos con el nombre de “MEMÉ DETRÀS”. Desarrolla su obra escultórica en el ámbito de la abstracción, en la que la relación de volúmenes y la proyección en el espacio generan un vínculo directo entre el artista y el público. A lo largo de su trayectoria ha participado en la Bienal Muestra de Arte Contemporáneo, celebrada en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), organizada con el objetivo de reflejar el panorama artístico desde el último cuarto del siglo XX.
Educado en la figuración más realista, se mostrará como un notable dibujante y grabador de retratos. En su mundo personal y onírico, se manifiesta una iconografía propia con un léxico surrealista: Mathxullama, denominación referente a toda una serie de figuras femeninas y masculinas tratadas en versiones diferentes; el Fafarreo, a su vez, se refiere a todo lo irreal tanto des del punto de vista plástico como literario. Conceptos que se funden cuando el artista se adentra en la más pura abstracción como acto de reflexión de la figuración plástica. Rasgos de artistas como el Greco, Tiziano, los cubistas, surrealistas, fauvistas, Matisse o Picasso palpitan en el trasfondo de su obra, donde cualquier temática deviene sólida y entera gracias a la sobriedad cromática.
Artista que cultivó el oficio de dar contenido a las vivencias y a las percepciones, y fue capaz de expresar en múltiples superficies la esencia de la mirada. Hijo del neuropsiquiatra Juan Vilató y de Lola Ruiz Picasso, vivió en un ambiente en el que la expresión artística era algo cotidiano. Discípulo del cubismo y el surrealismo, gran admirador de Max Ernst y Joan Miró, Vilató supo combinar de forma equilibrada la representación figurativa, impregnada de lirismo, con ciertas incursiones próximas a la abstracción.